martes, 16 de septiembre de 2014


¿ERES AGORAFÓBICO?


Después de leer sobre la agorafobia, ¿Crees tener sintomas? ¿Dudas? Prueba este test para descubrir si sufres agorafobia.

TIPOS DE AGORAFÓBIA 



Las principales situaciones que existen en una persona agorafóbica son:

Ataque de pánico en una situación agorafóbica: es un ataque previsible provocado por un estímulo externo. La persona ha tenido ataques en la misma situación y cree que hay muchas posibilidades de sufrirlo nuevamente, lo cual hace que aumente su temor, y al final termina teniendo el ataque.

Ataque de pánico previsible en una situación segura: el paciente predice que va a tener un ataque porque está muy activado emocionalmente, ya sea por alegría, estrés, tristeza, enfado o preocupación, por lo que evita tener niveles altos de emoción.

Ataque de pánico imprevisible en una situación segura: el pánico sucede cuando la persona se encuentra en un sitio calificada por ella como seguro y su estímulo es interno. Su cuerpo toma ciertas funciones fisiológicas o cambios corporales vitales que hace que la persona los malinterprete con pensamientos catastróficos, genera una gran cantidad de ansiedad y al final termina con un ataque.

Ataque de pánico por anticipación: la persona asegura que sufrirá un ataque al ser expuesta al estímulo disparador de ansiedad, lo cual hace que sufra un ataque aún sin antes haber sido expuesta al estímulo.

EDAD DE COMIENZO Y CURSO DE LA AGORAFOBIA



La edad de comienzo se sitúa aproximadamente entre los 25 y los 30 años, aun así existen casos en que el inicio puede darse en cualquier momento entre los 5 y los 58 años. Las personas entre los 45 y los 64 años tienen menos riesgo de desarrollar una agorafobia. Es un trastorno que afecta en mayor proporción a mujeres que a hombres.

La agorafobia suele comenzar con ataques de pánico o una ansiedad que van creciendo gradualmente en intensidad a lo largo de las sucesivas ocurrencias hasta convertirse en un ataque de pánico.

Existe una duda de los problemas agorafóbicos, los pacientes tienen etapas de remisión y recaídas de duración variable. Estas fluctuaciones pueden ser debidas a múltiples factores como la compañía de una persona, animal u objeto de confianza, a los eventos estresantes, al estado emocional, a cambios hormonales, toma de alcohol, fármacos o drogas o según la época del año.

PROBLEMAS ASOCIADOS A LA AGORAFOBIA



Es importante tener en cuenta la posible existencia, simultánea, de más de un problema psicológico.

Los trastornos más frecuentes que pueden convivir junto con la agorafobia son trastornos de ansiedad generalizada o los depresivos. Menos frecuentes son la fobia social y fobia específica.

Las mujeres tienen porcentajes más altos de coexistencia de la agorafobia con otros problemas en el caso del trastorno de ansiedad generalizada, trastornos fóbicos y depresión mayor. Sin embargo, en los hombres tienen una mayor incidencia en el abuso de sustancias.

Existen casos que usan el alcohol y/o los fármacos para afrontar sus problemas de ansiedad, pánico y evitación. Éstos pueden reducir la ansiedad a corto plazo pero el efecto se invierte a más largo término y contribuir al mantenimiento de los miedos y de la ansiedad. 

¿QUÉ ES LA AGORAFOBIA?


Agorafobia es el término que se le da al temor a los espacios abiertos. El agorafóbico tiende a evitar salir de casa, usar transporte público, ir de compras o practicar deporte, este tipo de acciones cotidianas presenta un problema en su vida, ya que casi nunca abandona su hogar y al hacerlo presenta una gran ansiedad causada por el pánico, como consecuencia de este miedo, la persona evita las situaciones temidas,  las soporta con gran ansiedad o malestar y, generalmente, tiene la necesidad urgente de estar acompañada.
El ataque de pánico es un episodio que en un primer momento es inesperado y que causa sensación de ahogo, taquicardia, mareos, intranquilidad, sensación de irrealidad, así como con un intenso miedo a la pérdida de control.

En algunas ocasiones, el miedo es simplemente la anticipación de que pueda volver a producirse una crisis de pánico en un lugar donde previamente se sufrió una. En otros casos, no es tan evidente la limitación de movilidad del agorafóbico, puesto que consigue trasladarse con gran malestar, o bien habiendo organizado en su entorno todo un dispositivo de acompañantes que le ayuden a superar su incapacidad para desplazarse.